Este
gesto de amistad bien podría tener un lugar en la lista de razones por las que
uno jamás se arrepentirá de tener perro. La perrita se llama Himalaya y, aunque
el pequeño Hernán, de Buenos Aires, se niega a jugar porque sufre autismo, el
animal no quiere rendirse hasta conseguir su abrazo. Según Ana, la madre del pequeño,
Himalaya le insistía con paciencia y al final consiguió su abrazo y su sonrisa.
Informó
para “¿Sí o Qué?” Juanma Giménez Vélez de
4º EP (Pinchar imagen para ampliar).